Tuesday, June 16, 2015

A Nova Democracia (Brasil): Igor Mendes es el preso político más importante de Brasil




Nota – Reproducimos a continuación el artículo «Igor Mendes es el preso político más importante de Brasil» de Emerson Raphael da Fonseca, publicado en el periódico brasileño A Nova Democracia nº 151, primera quincena de junio de 2015 y que Gran Marcha Hacia el Comunismo hemos traducido al español:
IGOR MENDES ES EL PRESO POLÍTICO MÁS IMPORTANTE DE BRASIL
Emerson Raphael da Fonseca*
La historia de la lucha de clases nos enseña que los revolucionarios siempre tuvieron que pagar una cuota para dar continuación a la lucha hasta su triunfo.
Dependiendo de la etapa de desarrollo de la situación revolucionaria, esa cuota se paga con sangre o de otras formas, como la privación de libertad. Lenin ya nos decía que la prisión es la casa de veraneo de los revolucionarios. La lucha revolucionaria está llena de curvas, avances y retrocesos. Hay momentos donde avanzamos y golpeamos al enemigo, y hay momentos en que es el enemigo quien nos golpea. Estar preparado para actuar en todos estos momentos es la clave para no ser cogido por sorpresa. Y conforme la lucha popular crece y gana contornos más consecuentes, la reacción es obligada a responder de forma más firme e intensa.
Una de esas formas, el encarcelamiento de militantes, es una práctica constante en todo el mundo, sea en los países cuyos regímenes son abiertamente fascistas o en aquellos en que las clases dominantes intentan mantener sus apariencias democráticas. El encarcelamiento de dirigentes políticos es una clara tentativa de intimidar y frenar el avance de la lucha popular y revolucionaria. Oleadas de encarcelamientos ocurren en Alemania, Turquía, India, Grecia, España y en Brasil, eso por citar algunos países en que esto se ha puesto de relieve en los últimos meses.
El encarcelamiento no representa solamente el ataque a las personas individualmente, sino también una forma de incidir contra la lucha popular por derechos, sean cuales sean, y principalmente contra la causa revolucionaria de lucha por una sociedad justa.
Método cotidiano en nuestro país durante los regímenes fascistas de Getúlio Vargas y de los militares, las prisiones políticas que ocurren hoy durante el gobierno del PT sirven para demostrar una vez más cómo este gobierno es tan de derechas como cualquier otra sigla de Partido Único que disputa la gestión del viejo Estado de los grandes burgueses y latifundistas al servicio del imperialismo
UNA RESPUESTA A LAS JORNADAS DE JUNIO
Después de las jornadas de protesta popular de junio de 2013 y la victoriosa campaña de «No va a haber Copa », que sacudieron todo el país, el gobierno antipopular del PT precisó dar una respuesta a las movilizaciones populares y mostrar a las clases dominantes su disposición de defender sus intereses. Desencadenó una ola de persecuciones y encarcelamientos de activistas, contando, claro, con la ayuda de los gobiernos estatales, municipales y de todas las instancias judiciales.
En Río de Janeiro, donde la persecución contra los movimientos populares independientes y combativos fue más intensa, 23 activistas están a fecha de hoy respondiendo al proceso por conspiración. El principal objetivo del proceso, el Frente Independiente Popular (FIP-RJ) es considerado como una «banda armada». Acusación falsa y absurda que intenta desligitimar lo que éste es de hecho, un frente de varias organizaciones que se unieron en torno del clasismo y de rechazo a la farsa electoral. Los plenarios del FIP siempre son abiertos y en locales públicos, donde todos los presentes poseen el derecho de voz y voto. La persecución contra el FIP y las organizaciones que lo componen nos revelan hechos importantes :
1) que la persecución política tiene objetivos claros de cohibir el derecho de manifestación y el derecho de organización ;
2) que las persecuciones políticas de aquí en adelante también persiguen objetivos bien establecidos: movimientos y organizaciones que están fuera de los moldes del gobierno y rompen con toda aquella vieja forma de hacer movimiento popular a través de negociaciones y traiciones a la lucha del pueblo.
Probablemente su crimen es defender el boicot a la farsa electoral y el derecho del pueblo a rebelarse.
SEIS MESES DE UNA ARBITRARIEDAD MÁS
De los 23 activistas procesados, dos están fugitivas (Elisa Quadros y Karlayne Moraes) y uno (Igor Mendes) está preso hace casi seis meses en Bangu. Los tres recibieron nuevas solicitudes de prisión por supuestamente no haber respetado las medidas cautelares, que, en verdad, son la casación de sus derechos políticos.
Durante todas las audiencias, en diversas ocasiones, los abogados presentaron pruebas de la ilegalidad de la prisión, claramente ignoradas por la judicatura.
IGOR MENDES ES UN PRESO POLÍTICO
Claramente escogido a dedo por el juez Flávio Itabaiana, pues el jóven es descrito en la famosa investigación que dio origen a su prisión como uno de los dos líderes de los «actos violentos» que ocurrieron en las manifestaciones de Río de Janeiro, Igor está representando, a partir de su encarcelamiento, a toda la juventud combatiente que se levantó en junio y, por qué no, a toda la juventud revolucionaria de nuestro país, ya que el jóven siempre fue un inflexible defensor de la necesidad de una revolución en Brasil, dedicando toda su militancia a esa causa.
En el transcurso de esos seis meses, Igor Mendes se ha convertido en el preso político más importante del país.
Primero, por su postura firme y altiva, siendo ejemplo para toda la juventud combatiente y revolucionaria, no tan sólo de la generación actual como de la futura generación que podrá reflejarse con su ejemplo. Su gesto de puños cerrados al gritar la histórica consigna antifascista «¡No pasarán!» durante las audiencias, ya habla por sí misma. Fue una muestra de firmeza inquebrantable de un revolucionario dentro del propio cubil del enemigo.
Y segundo, porque su prisión es una clara tentativa de intimidar no sólo a los jóvenes del Movimiento Estudiantil Popular Revolucionario (MEPR) y del FIP-JR, organizaciones en las cuales él milita, sino a toda la juventud revolucionaria, democrática y progresista brasileña.
Por eso, defender su libertad es defender la justa rebelión de la juventud en las jornadas de junio, es defender el derecho del pueblo a luchar, es defender a los jóvenes campesinos de las favelas que se rebelan frente a la violencia policial, y lo más importante, es defender que luchar no es un crimen.
¡LIBERTAD PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS!
Junto con la orden de prisión de Igor Mendes, también tuvieron su libertad cercenada, Elisa Quadros y Karlayne Moraes, aunque las dos no cayeron en las garras del Estado y viven en la clandestinidad. Los otros 20 procesados continúan con sus derechos políticos revocados, prohibidos de ausentarse de la comarca y de participar en cualquier manifestación política. Caio Silva y Fabio Raposo, además de esas medidas arbitrarias, son obligados a usar pulseras electrónicas. Defender a cualquier activista perseguido por el viejo Estado es el deber de todos los movimientos populares, intelectuales honestos, progresistas y demócratas.
Además de ellos, Rafael Braga, otro perseguido por las jornadas de junio, continúa preso, condenado por llevar productos de limpieza durante una manifestación en 2013.
¡REBELARSE ES JUSTO!
Y cada día que pasa, cuanto mayor el número de prisiones y persecuciones políticas, asesinatos de campesinos e indígenas, masacres del pueblo pobre en las favelas y recorte de los derechos conquistados a través de mucha lucha, el propio gobierno reaccionario del PT nos da muestras de cuan acertada está la frase proferida por Igor Mendes en una de las cartas escritas por él en la cárcel: «¡Saldré de aquí más convencido de que Brasil precisa de una Gran Revolución!»
*Emerson Raphael Oliveira da Fonseca es alumno de Historia de la UERJ. Preso la víspera de la Copa de la FIFA en julio de 2014, actualmente es uno de los 23 activistas perseguidos políticos en Río de Janeiro.

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